Navegar es una bella palabra.

Cuando era niña quería ser escritora, cuando era adolescente todavía quería ser escritora. Cuando llegué a Guanajuato también.

Luego, cuando estudiaba letras decidí que mejor quería ser fotógrafa. Y cuando estudiaba foto quise ser pintora, y cuando pintaba quise ser dibujante. Y ahora, siempre que dibujo pienso en escribir.

No he descifrado en qué consisten estos deseos en circuito. A veces me provocan vértigo y me hacen pensar que no es más que indecisión o falta de disciplina. Pero otras veces también me siento bien de que mis inquietudes no estén resueltas, porque eso significa que me mantengo en constante estado de cuestionamiento. Ya no defiendo la certeza total y definitoria. Me quedo con la pregunta que hace que todos los días me levante y busque responderla de una manera u otra.

No he resuelto si quiero ser dibujante o escritora o fotógrafa de clóset. Lo que sí he resuelto es que investigar y explorar son verbos más cercanos a lo que hago todos los días, por medio de líneas en el papel, o a través de apuntes o notas que atrapo con la cámara. Quién sabe qué siga después.

"Vine a ver los barcos, vine a ver si les entiendo o no. Navegar es una bella palabra. Quiero ser marinera del mundo."

Yumnia Duarte- abril 2018